La princesa Leonor, futura reina de España, se convirtió en el centro de una nueva polémica mediática tras la filtración de unas imágenes en las que aparece disfrutando de su tiempo libre en una playa de Uruguay. La publicación de estas fotos en la revista Diez Minutos causó un fuerte malestar en la Casa Real, y en especial en la reina Letizia, quien, según fuentes cercanas, estaría «enfurecida» por lo ocurrido.
Las imágenes, captadas durante una de las escalas del buque escuela Juan Sebastián de Elcano, donde Leonor realiza su formación militar, muestran a la joven de 19 años en bikini, acompañada por amigos. Aunque no hay nada fuera de lo común en las fotos, su difusión ha provocado una oleada de reacciones, poniendo nuevamente sobre la mesa la eterna lucha entre la privacidad de la realeza y el interés público.
Según trascendió, el paparazzi que tomó las imágenes intentó venderlas inicialmente por una cifra mucho mayor a la que finalmente recibió. Se hablaba de un precio inicial cercano a los 80.000 euros, aunque finalmente se habrían comercializado por 60.000 euros. Un detalle llamativo del acuerdo es que el fotógrafo impuso una cláusula que obligaba a la revista a publicarlas, asegurándose así que su trabajo no quedara en el olvido ni fuera comprado por la Casa Real para evitar su divulgación.
La furia de la Reina Letizia y la preocupación de Felipe VI
Si bien el rey Felipe VI mantuvo una postura más diplomática frente al escándalo, se dice que está «preocupado y dolido» por la situación. Más que por la imagen pública de su hija, su enojo radica en que la publicación de estas fotos opacó el esfuerzo y compromiso de Leonor con su formación castrense.
Por otro lado, la reacción de la reina Letizia fue mucho más tajante. Se habla de un profundo enojo por el «acoso constante» al que está sometida su hija desde que comenzó su instrucción militar. Para la reina, que siempre intentó defender la privacidad de sus hijas, la filtración de estas fotos es una muestra más de la persecución mediática a la que están expuestas, algo que le ha generado un gran malestar.
La situación recuerda a un episodio similar que vivió la propia Letizia hace años, cuando unas fotos suyas en bikini generaron un revuelo en la prensa. En aquel entonces, la Casa Real española adoptó una nueva estrategia para manejar este tipo de situaciones, evitando escándalos y normalizando las imágenes de los miembros de la familia real en contextos vacacionales.
VO