El mundo del periodismo argentino está de luto. Este sábado, Mario Mactas falleció a los 80 años luego de permanecer internado en la Fundación Favaloro por un cuadro muy complicado de neumonía que se agravó en los últimos días.
La noticia fue confirmada por el canal TN, donde el periodista desarrolló una parte fundamental de su carrera y dejó una huella imborrable con su estilo agudo, reflexivo y profundamente humano. Mactas venía enfrentando problemas de salud desde hace tiempo, especialmente luego de haber tenido COVID-19.
Según informó su colega y amigo Guillermo Lobo, la enfermedad había dejado secuelas importantes en su sistema respiratorio: “El COVID lo había tenido a mal traer”, expresó el conductor, visiblemente conmovido. “Pensábamos que salía de esta. Teníamos esperanza”, agregó.
A lo largo de su vida profesional, Mario Mactas se destacó no solo por su labor como periodista sino también por su sensibilidad cultural. Era escritor, pensador y un gran observador de la realidad, con un estilo único que lo diferenciaba del resto.
Su tono pausado, su mirada crítica sin perder ternura, y su forma de contar las cosas lo convirtieron en una figura muy querida tanto por colegas como por el público. Su compañera Lorena Maciel también lo recordó al aire con profunda admiración: “Tenía una cabeza brillante. Era de esos con los que te sentás a escuchar y sabés que vas a aprender. Tenía una forma de ver el mundo que te sacudía”.
El homenaje de sus compañeros de TN fue breve pero sentido, en sintonía con la discreción con la que siempre se manejaron sus partes médicos. Lo curioso es que apenas seis días antes de su fallecimiento, Mactas había publicado un mensaje en su cuenta de X (ex Twitter), haciendo referencia a su salud.
El tweet decía: “Bronquitis, El monologuista y por Cultura. Hoy, vieron, son duras de invierno. Disculpas”. Su breve texto mostraba que, a pesar del malestar, mantenía el deseo de seguir conectado con su audiencia, su trabajo y su pasión por las ideas.
La noticia de su muerte coincidió, además, con el Día de la Medicina Social, en homenaje a René Favaloro, el fundador de la institución donde Mactas pasó sus últimos días. Un detalle que, aunque casual, no deja de tener una carga simbólica para quienes siguen creyendo en un periodismo humano, reflexivo y comprometido.
Su partida deja un vacío en el periodismo argentino, pero también una huella imborrable. Mario Mactas no solo fue un comunicador excepcional, sino también un pensador sensible, irónico y profundo que supo combinar cultura y actualidad como pocos.