El escritor y cronista uruguayo Martín Natalevich publicó «Petrodiplomacia: Valijas, negocios y otras historias del chavismo y Uruguay», en 2024, a través de Editorial Planeta.
Es un libro de investigación periodística que detalla las relaciones entre Uruguay y la Venezuela chavista.
Desde la llegada de Hugo Chávez a Montevideo en 1999 hasta 2024, cubriendo seis gobiernos uruguayos.
Parte del segundo gobierno de Sanguinetti, y los de Jorge Batlle, Tabaré Vázquez, José Mujica, Vázquez nuevamente y Lacalle Pou.
Basado en documentos secretos, entrevistas y cientos de horas de trabajo, explora cómo se desarrollaron los vínculos entre ambos países, incluyendo la influencia de la «revolución bolivariana» en Uruguay.
| La Derecha Diario
Se refiere a acuerdos energéticos, comerciales y financieros, como los relacionados con el petróleo venezolano
Valijas diplomáticas
Episodios como el caso de las valijas diplomáticas y otras anécdotas que marcaron la «petrodiplomacia» son analizados por el autor.
Hubo una estrategia chavista para extender su influencia en el Río de la Plata.
En Argentina estaba gobernando Néstor Kirchner, y entre 2002 y 2023, durante el gobierno de Batlle, en Uruguay la cancillería venezolana apostó sus fichas a que el Frente Amplio ganara las elecciones de octubre de 2004.
Chávez ya tenía a Néstor Kirchner como aliado en Argentina, y quería tener un aliado gobernando en Uruguay.
La financiación chavista
Parte del libro apunta a la financiación del chavismo a la izquierda uruguay, principalmente al Partido Comunista (PCU).
Natalevich en su libro arroja luz sobre un entramado de corrupción y complicidad que ha sido muy poco difundido.
El libro de Natalevich detalla cómo el chavismo utilizó grandes cantidades de dinero para financiar movimientos de izquierda radical en toda América Latina, incluido Uruguay.
El escándalo de la valija de Guido Antonini Wilson, detenido en Argentina en 2007 con 800.000 dólares en efectivo, es solo la punta del iceberg, según el autor.
Jefe chavista confirmó financiamiento ilegal
Hugo Carvajal, ex jefe de la Dirección de Contrainteligencia Militar de Venezuela, confirmó que esta ruta de dinero ilegal también pasó por Uruguay, financiando a políticos y grupos afines al Frente Amplio.
| La Derecha Diario
Concretamente en 2003 año preelectoral en Uruguay hubo contacto con altos dirigentes del PCU para estructurar un esquema de financiación.
El propósito era colaborar con la campaña electoral del PCU de 2004 con el objetivo de que tenga una votación considerable que pudiera influir en un eventual gobierno encabezado por Tabaré Vázquez.
El gobierno venezolano también realizó aportes financieros a otros grupos de la izquierda radical, pero su interés principal era el PCU por tratarse de un partido histórico, de larga trayectoria, y bien organizado tanto política como sindicalmente.
El enviado de Chávez a Uruguay
Una de las revelaciones más impactantes del libro es la operación llevada a cabo por Emiro Brito Valerio, un teniente coronel venezolano cercano al entonces presidente Hugo Chávez.
En 2002, Brito fue sorprendido ingresando a Uruguay con bolsos llenos de dólares destinados a financiar grupos de izquierda radical. Entre ellos al PCU.
Esta operación fue detectada por los servicios de inteligencia uruguayos y estadounidenses, y el entonces presidente Jorge Batlle intervino personalmente para exigir la salida de Brito del país.
Brito en ese momento era un hombre de máxima confianza de Chávez, aunque luego se distanció de él.
No se sabe exactamente cuánto dinero destinó la dictadura chavista a la izquierda uruguaya, y tampoco cuánto le entregó al PCU.
Pero lo cierto es que el financiamiento existió, y ese dinero se utilizó fundamentalmente en la campaña electoral de 2004 que finalizó con el primer triunfo del Frente Amplio a nivel nacional.
| La Derecha Diario
Matrimonio por conveniencia
La afinidad de los principales dirigentes frenteamplistas con la dictadura chavista no es solo ideológica, es también económica.
Chávez, que murió de cáncer en 2013, fue un benefactor para la izquierda radical uruguaya.
El proyecto político continental del autócrata venezolano incluía a Uruguay, sobre todo a la izquierda más extremista y autoritaria.
Fue un matrimonio por conveniencia. El venezolano necesitaba tener peones en Uruguay, y el Partido Comunista necesitaba dinero para la campaña electoral.
Cómo se advierte fácilmente, el Partido Comunista suele financiarse con dinero negro, con dinero clandestino de fuentes inconfesables.
Aunque luego dicen que solo se financian vendiendo pegotines y tortas fritas.