En el mar de fondo de la interna vernácula del radicalismo se escuchan voces con distintas lecturas de la situación. Hay cierto descontento, que por ahora no aflorará, ante las recientes fotos del gobernador radical Maximiliano Pullaro con su par peronista Martín Llaryora y el exgobernador Juan Schiaretti en el marco de la alianza electoral en Santa Fe.
Mientras algunos radicales cordobeses se inclinan en encuadrar estos movimientos de Pullaro en el plano de lo institucional de la Región Centro, otros ven una jugada electoral acotada a lo local, que no traspasa los límites de la geografía santafecina. Sin embargo, la dura crítica del ala halcón fue contenida para no chocar. Se verá más adelante.
“Es una elección provincial”, aportó un interlocutor cercano a Rodrigo de Loredo que dejó en claro que la “provincialización” será el factor dominante para lo que viene en materia electoral, inclusive en los comicios donde se elegirán diputados nacionales. “Cada provincia es un mundo”, razonó con la Convención Nacional en la mira donde se defenderá la posición de “libertad de acción” para la política de alianzas en los distritos.
Pese a ello, la crítica feroz de algunos halcones radicales estuvo a punto de escalar a la superficie, pero fue contenida para no chocar de frente –al menos por ahora– con el mandatario de Santa Fe. El fuerte malhumor de un grupo de boinas blancas quedó encapsulado bajo fondo, aunque ya se lo hicieron saber a Pullaro.
El coqueteo en torno a un frente político regional para lo que viene generó ruido interno en Casa Radical. “Todos se molestaron”, opinó un boina blanca, pero admitió que la crítica se mantiene bajo la superficie, al menos, por ahora. “Están lejos las elecciones”, aportó. No obstante, advirtió que cuando se acerquen “puede armarse el quilombo”.
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De todos modos, los más duros –sensiblemente molestos– le enviaron un mensaje de advertencia a Pullaro de que “pare con eso” porque si no “le vamos a dar masa”. En esa línea, un halcón se quejó: “Acá es sálvese quien pueda”. Y ahondó: “Pullaro se quiere salvar él, (Alfredo) Cornejo también. No hay un liderazgo a nivel nacional, menos lo va a tener (Martín) Lousteau”.
Al apuntar su mirada a la interna nacional, la voz opositora al PJ con tonada opinó que este tipo de jugadas buscan “perjudicar a la UCR de Córdoba”. En su encendida crítica fue más allá. “No les conviene un radicalismo cordobés fuerte”, remarcó en su ácido comentario.
No hay pullarismo
Por su parte, un radical anti-Milei dio cuenta del paredón levantado en el caso de que Pullaro aspire a una alianza con Llaryora que trascienda su propia frontera con miras al escenario 2027. “No hay pullarismo en Córdoba”, lanzó y sentenció: “No hay nadie que vaya a sostener esa idea”.
Según el boina blanca, se trataría de un “revival” –sin éxito– de lo que sucedió en la campaña anterior “cuando algunos vinieron a Córdoba (en alusión a Facundo Manes y Gerardo Morales) e hicieron esa intentona de acuerdo con Schiaretti y Rodríguez Larreta a nivel nacional”. “Fue mal recibido porque la situación de Córdoba se cruza completamente”, alegó.
Ese proyecto de la vereda del medio a nivel nacional resulta “muy difícil bajarlo a Córdoba porque el radicalismo hace 25 años es oposición”, subrayó el dirigente capitalino, y reconoció que “molesta por igual” a todos los sectores internos. “Sería una intromisión en la situación particular de Córdoba”, concluyó.
Bloque regional
Por otro lado, las coincidencias afloran ante el carácter “institucional” de la relación entre Pullaro y Llaryora en el plano de la gestión sobre la base de un frente común de la Región Centro. Ahora bien, el límite es claro: un armado electoral.
En medio de las distintas reacciones de los boina blanca cordobeses por la jugada del gobernador radical al sumar a “Hacemos” a su frente aliancista, cerca de De Loredo suministran una cuota de ácida ironía que encierra una dura crítica al PJ: “¿Qué le puede sumar Schiaretti a Pullaro en Santa Fe?”.
El contexto actual influye sobremanera en el análisis. Mestristas y alfonsinistas anti-Milei interpretan que hay una necesidad de los gobernadores de la Región Centro de poner un freno de “federalismo” al avance de la Nación. Asimismo, el incumplimiento de las obligaciones del Estado nacional para con las provincias es una causa común.
“No le veo otra intención, si la hay se verá más adelante (llegado el tiempo electoral)”, señalaron desde el mestrismo. A su vez, atribuyeron la jugada local a que “Pullaro está buscando la reelección en Santa Fe”. De todos modos, valoraron la figura del santafecino como el dirigente de mayor proyección nacional para el 2027. En cambio, apuntaron duro contra Llaryora: “Está muy golpeado”.
En cambio, entre los radicales la mirada es otra cuando se busca trasladar ese bloque regional que da pelea ante el centralismo porteño al plano electoral. “No hay margen”, lanzó un radical del palo opositor interno. “Una cosa así no va a cuajar acá”, aseveró. En el deloredismo también lo ven así.
Cabeza de lista
“La relación De Loredo y Pullaro es excelente”, indicó un interlocutor del círculo del diputado nacional, quien aspira a renovar su banca en las legislativas. La fuente admitió que hubo “una comunicación reciente” entre ambos, pero “no hablaron del tema”, aclaró en alusión al armado aliancista santafecino.
En el radicalismo “nadie discute” –según un parlamentario del interior– que De Loredo encabezará la lista de candidatos en el marco de un acuerdo de la UCR con otros partidos. A la hora de la pregunta ¿con quienes hacer alianza?, entra en juego la división.
Hay sectores que ven casi como natural una coalición con el PRO de Mauricio Macri, pero hay otros que apuestan sus fichas a la Libertad Avanza. “Está repartida la cosa”, dijo el boina blanca. “Los que quieren ganar impulsan la alianza con Milei”, remató. No existe la posibilidad de ir solos (con Lista 3) en el mundo deloredista.
Estas expresiones se escucharon en el cónclave de hace unos días que presidió Marcos Ferrer junto a legisladores e intendentes. También se aportó otra conclusión. “Nadie quiere la interna”, dijo un dirigente que participó de la reunión en Río Tercero, aunque advirtió que “el PJ puede volver a meter la cola si la oposición interna (mestrismo) judicializa el planteo”.
Desde el entorno de De Loredo reafirmaron que con Macri “sigue todo bien”, y con los libertarios “la relación es correcta”. “Mucho más que llevarte bien con todos en este momento no podés hacer. Falta un montón para octubre”, se dijo ante un escenario incierto a nivel país y la política de alianzas en veremos.